miércoles, 13 de mayo de 2009

LeYeNdAs UrBaNaS villadenses

En una época estaba paranoico con el hombre gato. -De que hablas loco?- Si, alguien me había contado que una persona vestida de gato (o un gato vestido de hombre) salia por las noches villadenses a asustar a los trasnochados y juro que me tapaba hasta la cabeza cuando me iba a dormir. Las leyendas urbanas de Villada, allá en el medio de la pampa húmeda argentina, deben ser las mismas que las de los otros pueblos cercanos y no tan cercanos. La llorona, La luz mala (con la cual tenemos una historia en común con Maxi y tal vez el se atreva a narrarla), el lobizón, etc. Nunca vi nada. Eso si, una noche escuché que alguien (o algo) estaba rascando la persiana de mi habitación del lado de afuera... -Las garras del hombre gato!- pensé y me refugié debajo de las sabanas... Tal vez fue mi imaginación, tal vez lo soñé, nunca me quedará del todo claro... Sin dudas lo mas extraño que vi en Villada fueron las computadoras del Sr. Bleynat, allá por los finales de los años 80’s. Esos armatostes tenían el monitor y el teclado en una sola pieza, las letras en pantalla eran verdes y el cursor un cuadradito intermitente... Allí aprendimos los secretos del Gw Basic y no aprendimos (gracias a Dios!) otros idiomas tan extraños como Cobol y Fortran. Al finalizar el curso, imprimimos nuestros propios diplomas con una de esas impresoras de agujas, que hacían ruidos muy agudos y todavía se usan en algunos lugares. Recuerdos de la infancia, de un mundo mas simple e ingenuo. Entrañables amigos, extraordinarias maquinas y bestias del inframundo acechando del otro lado de la ventana... Si alguien tiene mas leyendas urbanas en el tintero y tiene ganas de colaborar, adelante! Todos los monstruos son bienvenidos! Hasta la próxima.